Por Arq. Roberto R. Delgado
La década de 1930-40 no fue como las del comienzo de siglo,
una gran crisis político-económica que afectó a la Nación toda, influyó en el
ánimo de los ciudadanos. Se detuvo el ritmo de construcciones del pasado, a
pesar de ello, algunas obras en la primera mitad del decenio estimularían a los
habitantes a proseguir: El mejoramiento, en 1932, del acceso al Puente
Carretero que une la ciudad Capital con La Banda, (puente inaugurado en 1927) y
la terminación de la avenida Costanera como defensa del río Dulce.
En la segunda mitad, se avizoró un cambio en el producto
arquitectónico. Las nuevas corrientes estilistas y sus enunciados entraron a
jugar en la aceptación de las gentes. El Racionalismo, un poco atrasado, y el
Futurismo o Futurista impusieron sus principios "borrando" los
ornatos artísticos y todo barroquismo de los años anteriores. Se hablaría de
líneas aéreodinámicas.
Se inauguró el 15 de febrero de 1936 el nuevo edificio del
mercado Armonía en el mismo lugar que había elegido Absalón Rojas. La
envergadura y el alarde en su diseño que contiene las ideas modernas del mundo,
serán referencia para las nuevas construcciones. Solución de espacios
integrados, sectores polifuncionales, muros de vidrios, estructura de alta
ingeniería, etc., harán olvidar la arquitectura casi doméstica que se venía
realizando. La dimensión del espacio público entró como concepto en la
planificación urbana. Ya la arquitectura de la ciudad no será lo mismo con este
edificio, así lo entienden los «<albañiles» que perdieron sus títulos, así
lo en- tiende el ciudadano al que se le plantea una nueva necesidad, el
profesional de la Arquitectura. Puntualizar las obras realizadas hasta 1940
sería una simple curiosidad pues tienen importancia en sí mismas, como impacto
aislado, aunque tengan destino de servicio, implicancia social y sean
asimiladas a la trama urbana.
El inicio de la década del 40, previniendo un futuro, contará
recién con un Reglamento General de Construcciones, que como se dijo, hasta ese
momento la ciudad no poseía un instrumento que la ordenara.
En el primer quinquenio del 40 el centro urbano se expandió
hacia el norte, organizándose a través de la incorporación de paseos, como el
Paseo España y Alvear y la densificación de construcciones precarias alrededor
del Matadero (hoy Mercado de Abasto), del Regimiento y Estación Central
Argentino.
Hacia el Oeste, la estación del Central Córdoba, formó un
trazado recto con eje este-oeste de la calle Libertad y prolongación, haciendo
perder vigencia al antiguo camino o acceso oeste (hoy calle Islas Malvinas).
También todo este sector se densificó, motivado por algunos establecimientos
que generaron actividad y trabajo; tales como: casas de pensión, aserraderos,
fábrica de yeso, Hospital Mixto, depósitos, etc.
Extraído del libro: Santiago del Estero. Recorrido por una
ciudad Histórica
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