NACIÓ en un pequeño pueblo santiagueño llamado Tunas Punco. Cuando cursaba los estudios primarios tuvo como compañero a Hugo Díaz, magnífico intérprete de la armónica. "Integrábamos un conjunto infantil, en el que los dos hicimos las primeras incursiones dentro del folklore". Más tarde Hugo Díaz intenta la gran aventura: Buenos Aires. Y conquista esta ciudad. enorme cuyo público le brinda su afecto y su aplauso. En cierta oportunidad realiza una gira por Santiago del Estero y necesita la colaboración de un elemento netamente local. Es entonces cuando se produce el reencuentro de dos amigos a los que había separado las exigencias propias de la vida diaria. Rodolfo Ovejero recuerda aquel momento decisivo. "Corría 1954, y Hugo me apalabró para integrar definitivamente su conjunto. Lo pensé dos veces, pues dejar a Santiago me dolía tanto o más que ver una guitarra rota.
Pero el lógico deseo de superación me dio el impulso que
faltaba". Su meta es una sola. Destacarse como intérprete de d la guitarra.
Pero aquí se encuentra con dos figuras difíciles de superar. Atahualpa Yupanqui
y Eduardo Falú. De los cuales, Rodolfo Ovejero dice ser alumno, "no porque
haya tomado clases personales, sino porque los dos a pesar de sus estilos
disimiles, constituyen dos escuelas maravillosas de las que hay mucho que
aprender".
En 1957 se desvincula amigablemente de Hugo Díaz, para
proseguir su carrera como solista. El camino resulta ahora mucho más difícil.
Pero no se amilana. Comprende que la única forma de vencer las dificultades, es
luchando. Y lucha. Y estudia. Y espera. En la lucha, en el estudio, en la
espera, gana nuevos amigos. "Pero hay uno por el que siento afecto y
admiración. Al cual estará eternamente agradecido. Me refiero a Horacio
Guarany, a quien considera un amigo verdadero". Este popular cantante
folklórico fue quien convenció a los directivos de la empresa grabadora
"Record" para que le tomaran una prueba a Ovejero. Inmediatamente
comenzó a grabar hasta completar un disco de larga duración.
Debuta como solista en Radio del Pueblo. El público lo recibe
con agrado. Pasa a Radio El Mundo. Entra en una línea francamente ascendente.
Es contratado por Ideas Publicidad para actuar en el programa. "Aquí está
el folklore" que se difunde por Radio Belgrano los domingos a las 11
horas. Simultáneamente se presenta en un programa folklórico de Canal 11. Y
hace pocos meses realiza una gira por Santa Fe, Córdoba, Bahía Blanca y
Mendoza. Comienza a paladear las primeras mieles del éxito. Pero no se
envanece. Piensa que si algo sabe es mucho más lo que le queda por aprender.
Publicada originalmente en Revista Folklore (12/1/1961)
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