Era la primavera de 1998 y Peteco llegó a Rosario presentando
su último CD titulado “Andando”. Fuimos convocados junto a otros medios de
prensa y Matilde Bonzini era su encargada de prensa. Una reunión normal donde
Peteco comentó el disco, su contenido y sus expectativas y respondió todas las
preguntas que se le hicieron. Matilde había visitado Rosario en distintas
oportunidades y nos conocía a la mayoría de los difusores de folklore y cuando
terminó la reunión me llamó aparte para decirme “Esta noche vamos a juntarnos a
comer un asadito en casa de Élide, avisale al Puka y los esperamos”.
Fuimos esa noche con el Puka, nuestra amiga Élide nos recibió
con su habitual hospitalidad y mientras Marcelo atendía la parrilla,
compartimos con Peteco empanadas santiagueñas recién horneadas, calientes,
sabrosas y picantes por un buen ají que Matilde había traído de Santiago a la
vez que nos preguntaba “¿Han traído una guitarra?”. El Puka, rápido le contestó
“Peteco, trajimos dos violas. Podés elegir la mejor” En esas reuniones la
comida siempre era una excusa para luego escuchar a los cantores y saborear un
vino entre amigos.
Normalmente en esas juntadas la guitarra pasaba de mano en
mano, pero esa noche estaba Peteco, no era para desperdiciar la oportunidad de
escuchar un recital íntimo de semejante creador.
Comenzó Peteco a desgranar sus temas, todos muy recientes y
la mayoría pertenecían al trabajo recién grabado. En un momento nos dice: “En
este disco está faltando un tema que lamentablemente no pude grabar” Lo miramos
sorprendidos y alguien preguntó “¿Qué pasó, fué censurado?” Sonreía Peteco y
nos dice “Nó, para nada. Se cayó y no pudo ser”. Seguimos escuchando en
silencio esperando una explicación.
“En junio fuimos con mi hermano Demi a ver el Mundial de
Fútbol en Francia. Como todos los argentinos, muy ilusionados con nuestro
equipo. Comenzamos muy bien en Toulón ganándole a Japón, después eliminamos a
Jamaica y luego a Croacia.
Venía linda la cosa, ya nos veíamos festejando otro título.
Estábamos en cuartos de final y la copa estaba muy cerca, todo era festejo para
nosotros, nos juntábamos con los hinchas argentinos y las calles de Francia
estaban inundadas de banderas argentinas.
Era tan importante ese Mundial que Marcelo Tinelli llevó todo
su equipo y transmitía su programa Videomatch en vivo desde París, lo veían en
Argentina en directo y lograba récords de audiencia. A esa altura yo, como
muchos, estaba totalmente convencido que salíamos campeones mundiales.
Esa noche, después de ganar a Croacia sabíamos que el
siguiente rival era Inglaterra y se
jugaba en Saint-Etienne, me encerré en el hotel y pensé “Voy a componer un tema
para esta selección que nos dá tantas alegrías, se lo merecen”. Me salió de
una, era un escondido, lo volví a repasar y me dí cuenta que estaba perfecto,
hasta el título me gustaba, se llamaba “Los argentinos llevamos el sol”. Fuimos
con Demi a la concentración pero no era tan sencillo ingresar. Estaban todos
los canales de televisión buscando la primicia de estar con los jugadores y lógicamente
era imposible poder entrar a la concentración.
Seguimos buscando un resquicio para entrar y tuvimos la
suerte de encontrarnos con un santiagueño, ¿Cuándo no iba a estar un
santiagueño? Era nada menos que el utilero de la selección, se llamaba Carlitos
Peralta. Fue nuestro compinche y gracias a él pudimos entrar al vestuario, se
la cantamos al plantel, estaban tan entusiasmados como nosotros y ya soñaban
con la final. El Chelo Delgado y Orteguita zapateaban cuando cantamos, el clima
era fiesta. Hasta nos regalaron camisetas y tuvimos la primicia que iban a usar
la camiseta azul en el partido contra los ingleses.
El equipo venía en alza y nos tocó enfrentar a Inglaterra,
duro rival y eternos rivales nuestros. Con mucho esfuerzo y luego de definir
por penales también celebramos el triunfo. El próximo rival era Holanda nada
menos.
Nos pusimos de acuerdo con Tinelli y programó que ese sábado
a la noche después del partido la cantáramos en vivo en su programa de
televisión para que el festejo del triunfo lo escuche todo el país.
Solo faltaba jugar y ganar, pero veníamos tan embalados (el
equipo, la hinchada argentina y nosotros) con tanto entusiasmo que lo dábamos
por hecho. Roa era un león en el arco, Ayala un baluarte, Zanetti imparable en
sus subidas, el Cholo Simeone empujando el equipo, Orteguita estaba endiablado,
Batistuta era una fiera, la magia de la Brujita Verón, todo el plantel era una
garantía.
Y
con ese entusiasmo fuimos a la cancha, se jugaba en Marsella, el rival era nada
menos que Holanda, eternos rivales nuestros. Partido bravo, por supuesto, pero
nuestro equipo era para tenerle mucha fé. Fue un partido muy reñido, Holanda
tuvo un jugador expulsado y teníamos un buen momento, hasta que al Burrito se
le salió la cadena, cabeceó al arquero y nos dejó con 10. Todavía seguíamos en
carrera pero faltando un minuto Holanda nos embocó un gol y nos frustró el
sueño de estar en la final.
Ya no hubo festejos, tampoco pudimos cantar la canción en el
programa de Tinelli, quedamos destruídos. Ya nada tenía importancia, la copa
era otro sueño postergado, como nos pasó tantas veces. Hicimos las valijas y
nos volvimos. Aquel escondido pasó a ser solo un recuerdo, pero si quieren se
los muestro”.
Por suerte tenía un grabador de bolsillo y la grabé en ese
momento, escuchando ese audio les puedo recordar la letra de aquel
momento.
Los argentinos llevamos el sol (1998)
Los argentinos llevamos el solen las banderas como un corazón.Porque sabemos que es padre y amorDonde vayamos llevamos su calor.Para jugarle al mundo Passarella convocóveintidós jugadores a la selecciónRoa en el arco nos salva del gol Zanetti, Ayala, Sensini y Chamot.Y ya comienza el toque, Almeida la pone al raspara que el Cholo Simeone comience a atacarLa hace bailar la Brujita Veróny el Piojo López ya enciende el motor.Se paran las tribunas, Ortega picó y frenócediéndole a Batistuta la gloria del gol.
2ª
Con Germán Burgos hay serenidad,también Caballero que puede atajar.Hombres de lucha sueñan conectarVivas, Astrada, Pineda y Pablo PazOyendo chacareras, retorna al pago canciónel es Carlos Peralta, utilero y cantor. Chelo Delgado desborda de féBalbo, Hernán Crepo, la quieren meter.Y si hay que definirlo, buscando la claridadel Muñeco Gallardo se pone a jugar. La Bruja Berti acomoda el balónSabella y Gallego miran el reloj.Se paran las tribunas, Ortega picó y frenócediéndole a Batistuta la gloria del gol.
Pasaron algunos años y el tema quedó olvidado hasta que en el
2005 Peteco graba un CD titulado “Chayna Kunam - 1”, retoma aquella vieja
melodía compuesta en 1998 y con una nueva letra la graba con el título “Los
santiagueños”. Incluso rescata la primera copla del viejo tema y así se puede
escuchar en esa versión “reciclada”.
Los
santiagueños (2005)
Los santiagueños tenemos al solen las banderas como un corazón.Porque sabemos que es padre y amorDonde vayamos llevamos su calor,andando por el mundo nos pueden reconocerhablando en chacareras por Diego o Gardel.Pero en Santiago ya es otro el cantarviene de lejos nuestra libertad,Como el agua del río que baña tu corazónasí de lejos venimos renovándonos.Una comarca embrujada de solno puede ser nunca de un conquistador.No hay ser po' agradecido quien niega la condiciónde ser un fruto nativo de esta gran nación.
2ª
Tras de las coplas, de patio y amorhay salamancas de sangre y dolorPara la infancia que es gracia de Dioshay algarrobas y hay desnutrición.Abuelos milenarios, nos hablan sobre la piely somos las añoranzas de Julio Jerez.Leila y Patricia, prendieron la felas une la muerte y la vida también.Carlos Arturo Juárez, 50 años dominóno hay nada que agradecerle, ya olvidémoslo.Hachas, quebrachos, silencio, calor,ausencia y caminos, historia y valor.Los hijos de tus hijos,seguro que han de cantar hermosaschacareras por la libertad.
Como verán, una historia singular y desconocida. Un tema que
de haber triunfado la selección en Francia pudo haberse convertido en un éxito
popular pero el destino tenía otros designios. Nunca se llegó a grabar pero nos
quedó aquella vieja grabación del patio de Élide donde Peteco nos regaló esta
joyita de “Los argentinos llevamos el sol”.
Rosario, 11 de abril del 2022
Fuente: Omar Estanciero
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