El 16 de noviembre de 1969
salió a la venta el disco simple de Astor Piazzolla con los temas; Lado A:
"Balada para un loco " y Lado B: "Chiquilín de Bachín",
ambos con letra de Horacio Ferrer y música de Astor Piazzolla, cantados por Amelita
Baltar.
Pablo Alberto González,
nació en Burzaco en 1959, su madre se llamaba María Elena y su padre Serafín.
Tenía 2 hermanos: Elisa y Luis; vivían en un hotel pensión en Retiro que se
denominaba "Pedrito" en calle Leandro Alem entre Paraguay y Charcas (hoy
Marcelo T. de Alvear). Muy pobres.
Comenzó a trabajar desde
muy chico: abriendo puertas de taxis y luego a vender flores en los
restaurantes: "Dorá", "Tronío", "El Imperial".
Su madre hacía la
limpieza de algunos bares. Después, frecuentaban la zona de Corrientes hasta
Callao, la noche por excelencia de Buenos Aires por los teatros y restaurantes:
"La Tablita", "Los Inmortales", "Arturito",
"Edelweis" y otros.
En "El Boliche de
Bachín”, (parrillada que quedaba en calle Sarmiento en el predio de lo que era
el Nuevo Mercado de Buenos Aires, que hoy es "Paseo la Plaza ") se
quedaba más tiempo y se sentaba a escuchar a Astor Piazzolla y Horacio Ferrer,
que escribía en los manteles de papel de las mesas.
Los conoció en 1968,
cuando tenía 9 años.
Ferrer fue como su padre (que
no tuvo).
Al salir el disco, Horacio
Ferrer, cayó a su pensión con tortas y bebidas para toda la familia y, cuando
se estrenó en el Teatro Regina, invitó a toda la familia y el público su
presencia al interpretarse el vals.
Trabajaba de noche y se
acostaba a la 6 de la mañana y, de día, jugaba a la pelota con otros chicos en
un baldío o en las playas de estacionamiento.
Cuando cumplió 28 años,
ya casado (contrajo matrimonio en 1984 y Horacio fue el padrino de bodas),
terminó la primaria y 5 años más tarde, con 2 hijos, la secundaria.
Horacio Ferrer, le
consiguió laburo como tira cables en Canal 7 para poder vivir y pagar el
alquiler de una casita vieja en Palermo.
También trabajó como
"plomo" de Orquestas de tangos gracias a Horacio, como Pugliese, Troilo
y Hugo Díaz, el santiagueño que dimensionó la armónica, lo llevó a Cosquín por
varios años para ayudar a grandes como Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, entre
otros.
Después de hacer el
servicio militar, trabajó como "plomo" en el rock en aquellos
recitales de Obras Sanitarias, como: Pappo, Charly García, Moris, etc.
Puso una Pyme en la cual
fabricaba bolsas de plástico y las vendía hasta que la crisis del 2001, la
fundió.
Después de la crisis, se
animó al rubro gastronómico, se encargó de los espectáculos del centro cultural
"Padre Mujica" en Banfield y después siguió como fletero con una
furgoneta que compró y se terminó con la Pandemia.
CHIQUILÍN DE BACHÍN,
quedó inmortalizado en el vals de FERRER y PIAZZOLLA.
Fuente: Omar “sapo” Estanciero

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