sábado, 28 de diciembre de 2024

"El Rincón de los artistas "

  


 Abrió sus puertas el 10 de octubre de 1949 como "BAR CASINO" en calle Tucumán 62. Sus dueños fueron PEDRO EVARISTO DÍAZ y EDMUNDO SORIA, pero, al poco tiempo, DON PEDRO adquirió la parte de su socio y pasó a convertirse de una pizzería en un clásico bodegón que acunaba a la bohemia santiagueña y lo bautizó "EL RINCÓN DE LOS ARTISTAS".

Por ese boliche pasaron todas las notables figuras musicales de Santiago, turistas y personalidades de la cultura nacional que visitaban nuestra ciudad como: JORGE LUIS BORGES, ERNESTO SÁBATO, VICTORIA OCAMPO, MERCEDES SOSA, NELLY OMAR, ATAHUALPA YUPANQUI, HORACIO GUARANY, ASTOR PIAZZOLA, SELVA GIGENA, por nombrar algunos.

Entre los valores locales, citamos: ANDRÉS CHAZARRETA, JULIO ARGENTINO GEREZ, HERMANOS SIMÓN, OSCAR SEGUNDO CARRIZO, CACHILO DÍAZ, COQUITO CÁCERES,  HUGO DÍAZ, FIDEL LUCERO, HERMANOS CAMPOS, "DIABLITO" SANTILLÁN, "MANDINGA" ORELLANA, LOS CARABAJAL, CARLOS SAAVEDRA, LUIS BILLAUD, MARIANO PAZ, JUSTO MARAMBIO SERRANO,etc.

Desde la mañana temprano, "EL RINCÓN", abría sus puertas y el sonido de un bandoneón o el repique de un bombo, daba la señal que comenzaba la gran cita salamanquera en el corazón del centro santiagueño.

Desgraciadamente, por razones económicas, el 26 de diciembre de 1976, cerró sus puertas para siempre y, con este ingrato percance, se fue una de las más nutridas historias de nuestra rica cultura tradicional.

"¿Y LA PLACA DÓNDE ESTÁ?"

El Honorable Concejo Deliberante Municipal de Santiago del Estero en su Ordenanza N° 3.183/99 dice:

VISTO: El análisis del Expediente N° 198-8-99, realizado por la Comisión de Educación, Cultura y Turismo, mediante el cual el Bloque MOCISO eleva Proyecto de Resolución, solicitando la colocación de una placa informativa en calle Tucumán 62, sobre el local que allí funcionó llamado "EL RINCÓN DE LOS ARTISTAS" y

CONSIDERANDO (...) que "EL RINCÓN DE LOS ARTISTAS", es parte de la historia bohemia de los santiagueños;

Que, el Artículo 1 de la Ordenanza N° 3.073/98 dispone la colocación en edificios, lugar y sitios de la Ciudad Capital, donde se haya verificado el acontecer de hechos relevantes, carteles de procla informativa de dichos hechos.

Por ello, el Honorable Concejo Deliberante de Santiago del Estero, sanciona con fuerza de Ordenanza:

Art. 1: "Dispónese la colocación de una placa informativa en calle Tucumán 62 para hacer saber a la ciudadanía que allí funcionó "EL RINCÓN DE LOS ARTISTAS".

Art.2: el Departamento Ejecutivo a través del área competente y el Honorable Concejo Deliberante, organiza en fecha a convenir, el acto público del descubrimiento de la placa.

Art.3: Comuníquese al Departamento Ejecutivo, dese al Boletín Municipal, regístrese y archívese.

Sala de Sesiones, 9 de marzo de 1999.

Firma: Ingeniero MARCELO LUGONES, Vice Intendente y Dra. MATILDE O'MILL, Secretaria General. -

Cuenta el periodista ROBERTO EDUARDO "PUPI" VOZZA, que la placa fue colocada pero, cuando se construyó el Centro Cultural del Bicentenario (CCB), que posee 3 ingresos: Libertad, Pellegrini y Tucumán y que fuera inaugurado el 24 de julio de 2010, la distintiva placa desapareció sin que nadie diera una explicación, puesto a que nunca fue repuesta.

Aún hoy y, a pesar de que se publicó en las redes sociales su ausencia, nadie responde a esta incógnita.

Es una pena para la cultura santiagueña que esta placa haya desaparecido ya que ilustraba a las nuevas generaciones que allí fue una represa cultural donde abrevaron nuestras más notables figuras artísticas en todas sus ramas.

O.H.E.

"UN RINCÓN PARA EL MANDINGA..."

VÍCTOR ARMANDO ORELLANA apodado "EL MANDINGA DEL BANDONEÓN", fue un destacado músico ejecutante de bandoneón y figura esencial del mítico "RINCÓN DE LOS ARTISTAS" de DON PEDRO EVARISTO DÍAZ.

Alto, elegante, de espíritu alegre y bonachón, que supo ganarse la confianza y la admiración de los habitués y músicos colegas.

Cuentan los memoriosos que, a media mañana nomás, ya llegaba al RINCÓN y sólo nomás, desgranaba melodías que a todos los transeúntes que pasaban por la calle Tucumán, despertaba curiosidad y era una tarjeta de invitación a ingresar.

La mayoría de los foráneos que visitaban Santiago, se alojaban en ese entonces, en El Savoy Hotel o en El Palace Hotel, sitos en la vereda del frente al bodegón y, al escuchar los sones de una chacarera o el repiqueteo de un leguero, se convertía en una cita obligada. Asimismo, ocurría con los grandes artistas nacionales que allí se hospedaban.

Cierto día, visitaba Santiago el gran ASTOR PIAZZOLA y se cruzó a degustar unas empanadas y a oír nuestros musiqueros. Observó detenidamente unas cuantas ejecuciones del "MANDINGA". Éste, al percatarse de la presencia del "Revolucionario del Tango", le cedió el bando y le pidió que tocara algo. El gran maestro marplatense, no se hizo de rogar y ejecutó un par de tangos y los parroquianos, celebraron con ruidoso aplauso.

"EL MANDINGA" que oficiaba de presentador, dijo en voz alta: " Grande Maestro!!"...ASTOR, como todo grande, respondió humildemente: "El Maestro es Usted, que tocó tan bien, ya que a su fuelle le faltan algunas botones..." Admirado ORELLANA, pidió al público renovar el aplauso.

VÍCTOR MANUEL ORELLANA, nació en 1939 en el Barrio San Martín de La Banda y cuando cerró definitivamente "EL RINCÓN”, cabizbajo y melancólico, emigró a Buenos Aires y, a pesar de compartir muchos escenarios con músicos de la talla de "VITILLO" ÁBALOS, "YAYO" CARTIER, entre otros, esa gran mole de cemento no tenía la esencia y la bohemia del célebre "RINCÓN".

"MANDINGA", murió el 3 de julio de 2014 en Buenos Aires afectado por diabetes.

VÍCTOR MANUEL ORELLANA, fue un alma musical del pago y que se fue de gira eterna buscando ese "RINCÓN" que no supo encontrar.

Santiago le debe un merecido tributo.

DEL LIBRO INÉDITO "ANÉCDOTAS DE FOLCLORISTAS SANTIAGUEÑOS " DE OMAR SAPO ESTANCIERO

 


viernes, 27 de diciembre de 2024

Hugo Díaz, músico del mundo.

 El día en que los santiagueños lloraron

 


Hugo Díaz había vivido ya todas las vidas y había muerto varias veces. La muerte del paisaje: cuando tenía apenas cinco años y un golpe lo cegó durante un año. La primera armónica, regalada por un tío, le devolvió su vida, que era la música. La muerte de Sachtmo: cuya desaparición tanto le impactó, y con quien había vivido el gozo de tocar juntos los ritmos de jazz en una larga gira europea por el 63. La muerte de la alegría: en cárceles y hospitales, adonde Hugo dejaba su mensaje de vida y amor, por el solo gusto de hacer el bien. Esta vez ha sido él protagonista de su propia muerte y desde el más allá nos estará enviando sus embrujadas melodías, que no por ser del país celeste serán mejores que las que nos dejó en la tierra. Hugo Díaz nos deja una lección de arte mayor, que debemos aprender para poder vivir después de la muerte.

Porque Hugo Díaz siempre fue canción.

Tocaba la armónica desde que tuvo uso de razón y su casi hermano y amigo, Domingo Cura, le acompañaba haciendo ritmos en tamborcitos de tarros.

La iniciación artística de Hugo coincidió con la Inauguración de LV11 Radio del Norte de Santiago del Estero.

A los diez años se integró a un grupo de niños con veinte tocadores de armónica, y otros tantos guitarristas, violinistas, percusionistas y cuerpo de baile, que representaron a la provincia en el Teatro Rivera Indarte, de Córdoba, ejecutando "Nostalgias Santiagueñas" y el vals "Santiago del Estero". Esta fue la constitución de la Primera Orquesta Infantil de Santiago del Estero cuyo creador fue el Dr. José F. Castiglione. Dirigía el profesor Leopoldo Bonelli. Esta orquesta nació juntamente con el Coro de la Escuela Nacional del Centenario y sus repertorios incluían música clásica y nacional. Dentro de la orquesta, junto a Hugo Díaz, se formaron Chocho Ruiz, guitarrista. Tito Sotelo, armoniquista y Walter Ruiz, guitarrista.

El primer músico de nombre que escuchó a Hugo Díaz y le alentó a perfeccionarse fue Juan Carlos Barbará que hacía giras con su orquesta característica. Por entonces, llegó a Santiago un profesor francés apodado Charlie, que Inventara el instrumento electrónico Teremin, y les hiciera conocer la armónica cromática de 64 voces y la cromónica de 200 a 300 voces,

Hoy, Tito Sotelo que conformaba el grupo de niños. sigue la trayectoria que le marcara el destino al iniciarse en la armónica Junto a Hugo, quien le empujaba siempre a seguir el camino sin desmayo.

El primer contacto de Hugo con el jazz sería una emoción de adolescente. Bix Beiderbecke, Charlie Parker. Louis Amstrong. Duke Ellington, de la mano de los autores anónimos de las chacareras truncas y junto a los hermanos Julio y Benicio Díaz, signarían para siempre su sensibilidad. Su vuelo no tendría límites. Para poder pagar la cuota del Square Hot Club, un circulo de fanáticos del jazz, por medio del que enviaban dinero a Estados Unidos para que les mandaran los discos de los "monstruos sagrados", se ayudaba haciendo toda clase de tareas, mientras que por las noches, ensayaban un incipiente cuarteto de jazz que habían formado.

"Debemos, entre nuestras manos, que son las más numerosas, aplastar la muerte idiota, abolir los misterios, construir la razón de nacer y ser felices".

(Paul Eluard)

Los Hermanos Abalos habían inaugurado en Callao y Santa Fe un estudio de danzas e instrumentos típicas que frecuentaba lo más granado de la sociedad porteña y provinciana que cultivaba al folklore. Los sábados se reunían en una peña donde eran de rigor la guitarreada y las empanadas del Kakuy, que llegaban por mano de un pequeño ahijado del dueño. La hora de las empanadas era esperada con ansiedad por los habituales asistentes. No sabemos si las empanadas eran tan sabrosas, pero sí, que el jovencito que las llevaba tocaba la armónica de maravillas y nadie quería dejarlo ir después de escucharlo.

Nacía tímidamente el gusto por lo tradicional. Los Abalos cierran la casa para abrir Achalay Huasi, con un elenco de primera: el dúo Martínez-Ledesma, con el plano de Enrique Villegas, los Hnos. Abalos y, por supuesto, Hugo Díaz, esta vez acompañado por Vitillo y Machaco. Hugo finalizaba cada actuación tocando una armónica miniatura de cuatro agujeros, en la que ejecutaba "Pájaro campana" sin usar las manos. Esos fueron sus primeros triunfos como profesional, alternando después con un doblete en "MI Rincón", donde a la sazón estaban otros nombres que se perfilaban como los pioneros de al avanzada tradicionalista en Buenos Aires como el de Atahualpa Yupanqul. Hugo formó entonces su primer conjunto que se llamó "Chakay manta" y que comenzó actuando en Radio Splendid.

-Poco a poco fuimos subiendo la escala artística -diría después Hugo-, hasta que pudimos actuar en "Palmolive en el Aire". Y gracias a la actuación allí de Fernando Ochoa, pudimos grabar el primer disco: la chacarera "La Vieja". Más de cien placas en 78 revoluciones vendrían después, juntamente con el creciente éxito. "Gloria al espíritu que puede unirnos, porque, verdaderamente, no vivimos más que de imágenes".

(Rilke) Hugo Díaz nació en Santiago del Estero el 10 de agosto de 1927.

Había perdido a sus padres a raíz de la separación de ambos, razón por la que el niño debió dedicarse al oficio de lustrabotas y a vender chupetines para subsistir. Fue a vivir a casa de Domingo Cura donde lo rodearon del ambiente de un verdadero hogar. Su compañera de juegos fue también Victoria, que tenía entonces 4 años. Crecieron ambos jugando con la música hasta que ésta le enseñó el despertar del amor. Estaban los dos tan Integrados espiritualmente, que Victoria y Hugo apenas pudieron decidir sobre sus destinos. Se unieron para siempre con un amor que sobrellevó años de privaciones, dificultades, sacrificios y angustias.

La fama los premio con la gloria suprema y el amor les regaló una hija: María Victoria, la más importante fuente de superación para Hugo. "Así fue que seguro, eché rumbo a la vida, con la fuerza del ángel en mi andar...".

("Zamba del Ángel" de Petrocelli y Hugo Díaz) En los años 1953, 54 y 55 la fábrica de armónicas Honner, en cuya entrada principal de la central alemana se muestra un mural con la fotografía de nuestro compatriota, lo Invitó al Festival Mundial de Armónica de Viena, donde los jurados, por el único hecho de no saber música, lo relegó al segundo puesto. En esta oportunidad también. Hugo tiene ocasión de ejecutar y hacer un contrapunto de improvisaciones con Duke Ellington y Ella Fitzgerald.

De pronto, el 24 de junio de 1960 Hugo y Victoria Díaz, Alberto Cortez, Oscar Zamboni, Antonio Ferreyra, y el Ballet Los Ranqueles parten en una gira hacia Europa. El grupo se llamaría "Hugo Díaz Ensemble Show" y tocarían las ciudades de Barcelona, Milán Roma, Amberes. Bruselas, Amsterdam, Dusseldorf, Frankfort, Colonia y Bonn. En Bonn, Hugo concretó una de las aspiraciones máximas de su vida al entablar conocimiento con el armoniquísta Jonh Thieleman. Considerado "la mejor armónica del mundo". Thieleman expresó en esa oportunidad su asombro por el sonido particular que sacaba el argentino del Instrumento. Hugo, por su parte, profundizó una amistad que subsistiría a través del tiempo, epistolarmente.

Victoria, su mujer, quiso regresar al país a causa de su incipiente embarazo. Hugo la seguiría después, no sin antes grabar para el sello Monglow el primer disco doble con Alberto Cortez, que Incluía: "Sucu sucu". "Palmeras". un rock de W. Belloso y "Sabor a mí". Después, el mundo en sucesivas giras. El Show Gigante de "Globus" los programó junto a figuras como Michele Morgan. Caterina Valente, Marlene Die trich, en espectáculos donde concurrían hasta 35.000 personas. Luego Japón, y todo lo demás. En 1971 Victoria deja de cantar y Hugo parte por ocho meses a Lima en una gira con Chabuca Granda. Una Invitación de los ministerios de Relaciones Exteriores de España y Argentina para actuar en España. otra gira por América, donde actuó con Sara Vaughan. y la última gira, en Brasil, donde le acompañó en guitarra y canto, su hija María Victoria.

Premios, distinciones, aplausos, reconocimientos en todo el mundo. El Martín Fierro de la Federación Agraria en Santa Fe, el Disco de Oro. Sólo faltaría que SADAIC le otorgara el premio de este año como reconocimiento a uno de los más notables difusores de nuestra música y talentoso compositor tan retaceado de promoción en su propio país. "No tiene frio ni calor. Su prisionero se ha evadido para dormir. No está muerto. Duerme".

(Paul Eluard)

Duro revés asestó el destino al mundo artístico este año, al arrebatar vidas preciosas de gran significación para la cultura de todos los países. Nombres como los de María Callas, Waldo de los Rios, Prevért, Blackle, Stokowsky, Bianco, Bing Crosby, Elvis Prestley, Paul Desmond, Floravanti, Hugo Díaz, nos inclinan a meditar y a proponer la revaloración de lo que significa la obra del artista. Poseer la luz del talento significa habitual- mente cargar con un enorme peso que debe arrastrar- se a lo largo de infinitos pasillos sombríos de esperas. Acechanzas, envidias, manejos turbios. Desengaños, mu chas veces hambres y sacrificios muchas veces estériles.

El placer y la emoción que nos regala la obra de un pintor, un poeta, un músico, es una deuda que no podemos compensar con aplausos porque la creación es un fluir constante que busca su cauce en el alma de los receptores de ese legado. Poseedor de un don sobrenatural, el artista está en una entrega constante como un acto de amor a la humanidad y a la vida. No importa que su arte tenga el reconocimiento que me- rece, porque sus manos florecen en dones que llevan consigo un hábito celeste.

Víctor Hugo Díaz se durmió para los hombres el do- mingo 23 de octubre de 1977 a las 18.30. La hora exacta en que el jazmín comienza a derramar su fragancia.

¿QUIEN FUE HUGO DÍAZ?

Como ser humano, era el más noble que yo haya conocido. Como músico, estuvo siempre avanzado con respecto a su época. Fraseaba de una manera que es casi imposible hacer con un instrumento como la armónica haciendo dentro de la melodía sincopas increíbles de lograr y cada vez de una manera distinta. Y se dio con el gusto de grabar todos los géneros con une autoridad profesional lo mismo en el folklore tradicional, que en el tango o en el Jazz.

Domingo Cura

¿Y POR QUE EL JAZZ?

El jazz nació de la simbiosis de dos culturas, la occidental, con la afroamericana, enriqueciéndose además con los aportes sonoros de la música euro- pea. En el jazz, el verdadero creador, más que el compositor, es el ejecutante que recrea la secuencia armónica basal. Los primitivos creadores eran músicos intuitivos, de ahí que es en realidad un género folk. El ritmo del jazz, io mismo que la chacarera, tiene el acento distintivo en la síncopa, de ahí que ambos géneros hayan florecido con fuerza, unidos en la armónica de Hugo Díaz.

En dieciocho horas se grabaron los diez temas del larga duración que es el testamento musical de Hugo Diaz. La elección de los mismos se hizo en el instante en que Hugo Díaz entrara en la sala de grabación. Buby Lavecchia, que se agregó espontáneamente a los músicos, recuerda: "Lo único que pudimos hacer fue tratar de seguirlo, rogando que no cambiara de idea. En un momento dijo que el sonido salía demasiado lindo, y así no servía...".

Esta obra póstuma, que acaba de salir a la venta con el nombre del artista, editada por Tonodisc, nos da una muestra de la imaginación, la sensibilidad Interpretativa, la frondosa inspiración para la improvisación y el notable manejo de los matices en un instrumento tan limitado como la armónica.

Publicada originalmente en Revista Folklore

jueves, 26 de diciembre de 2024

50° aniversario del descubrimiento de la Cruz de Matará, testimonio de la evangelización por suelo santiagueño

 


Allá por 1971, el matrimonio de investigadores Amalia J. Gramajo de Martínez Moreno y Hugo N. Martínez Moreno, durante una de sus campañas arqueológicas y de relevamiento de la cultura tradicional por el río Salado, visitaron a la familia Sosa Ruiz, en la vieja Villa Matará.

Después de recibirlos amablemente, les comentaron sobre sus actividades por la zona y qué tipo de elementos tradicionales estaban documentando. Luego de entrar en confianza y compartir unos mates, trajeron desde el interior de su vivienda rural, un bulto envuelto en una tela. Cuando lo abrieron, aparecieron tres trozos de madera. La más larga y la más corta pertenecían a un mismo tramo que estaba quebrado, al tercero lo ensamblaron con dos clavos de madera que sobresalían formándose así una cruz.

Estaba oscurecida y con vestigios de cera de las velas que le solían prender para adorarla íntimamente, según comentaron.

Al poder apreciarla de cerca, advirtieron que había un Cristo tallado rodeado de variados objetos que atrajeron su atención.

En ese momento sintieron que estaban iluminados y bendecidos por ese encuentro con el Señor. Tal emoción los embargó por lo que estaban viviendo que presentían que esa reliquia tenía un gran valor espiritual e histórico y que debían indagar profundamente qué significaban los símbolos tallados en la Cruz.

Con una exaltación interna, mientras cruzaban miradas y pensamientos de cómo proceder ante la familia, invocaron a Dios para que los iluminara y pudieran pedirla en préstamo para estudiarla en la ciudad de Santiago del Estero. La familia propietaria de la reliquia, supo comprender el pedido y tal vez su generosidad estaba acompañada de curiosidad por conocer la interpretación que harían de su cruz.

Una vez en su ámbito, los esposos Martínez Moreno, comenzaron a indagar en bibliografía especializada sobre arte religioso, fuentes históricas, etnohistóricas y religión católica.

Consultaron a especialistas en maderas en la Universidad Nacional. También recurrieron a una avezada dibujante para que tomara los registros gráficos detallados como un plano de todos los motivos grabados.

Consultaron a amigos sacerdotes teólogos descifrar la iconografía e ir describiendo el significado de las imágenes. Amalia, con su dominio de la Historia y la Arqueología, pudo inferir el origen de su manufactura, relacionando hechos y recreando el medio donde se encontraba la Cruz. Hugo, se ocupó de una precisa y basta documentación fotográfica, no sólo de la reliquia, sino también de su entorno, de sus custodios y todo otro detalle o circunstancia que se relacionará con el objeto de estudio.

También se ocupó de la limpieza y restauración de la madera tallada. Después de arribar a sus primeros resultados, publicaron noticias sobre este hallazgo tan singular en el diario El Liberal. Posteriormente, avanzada su investigación sobre la cruz, apareció en 1979 como un apéndice en la Serie Estudio N°2 del Museo Arqueológico E. y D. Wagner de Santiago del Estero que Amalia dirigía.

En 1982 publican el primer número de sus ediciones V Centenario y deciden por la importancia de los temas que iban a tratar, comenzar con “La Cruz de Matará - Testimonio de Evangelización”.

Pero la investigación y difusión no sería su único objetivo: ellos querían que este Cristo reflejado en la Cruz sea vuelto al culto por la iglesia para ser venerado por toda la comunidad de ese pueblo. Efectuaron la gestión ante los obispos de Santiago del Estero y Añatuya, además de pedirle a la familia poseedora que donara la Cruz.

Así fue como lograron su misión y en 1986, al cumplirse el25° aniversario de la Diócesis de Añatuya se efectuó la entrega de la reliquia en la catedral de esa ciudad ante numerosos fieles presente.

Un nuevo estudio histórico más completo sale a la luz en 1994, con el título “Matará en la Evangelización del Suelo Santiagueño y la Cruz Catequística”, entrega XIII de las ediciones antes citadas.

Por la obra de desentrañar la historia de esa tierra y por encontrar la Cruz y su significado, la comunidad de Matará los declaró Ciudadanos ilustres y posteriormente nominaron a un centro cultural de esa localidad con el nombre de “Dra. Amalia J. Gramajo de Martínez Moreno”.

Edificio que fue inaugurado por el gobernador de la provincia y se descubrió una placa de bronce en honor a la estudiosa que decía: “Dra. Amalia J. Gramajo de Martínez Moreno - iluminó la ciencia de la historia con su extraordinaria capacidad y virtuosismo. Homenaje de la Comunidad descubrió la Reliquia más antigua del país, La Cruz de Matará.

El matrimonio junto a sus hijos hizo varios viajes por provincias argentinas y países limítrofes donde seguían buscando en archivos, museos, bibliotecas y hasta conventos, más información sobre la Cruz, y lograron clasificarla dentro de las catequísticas. En la localidad de Uquía en Jujuy encontraron una cruz que presentaba rasgos similares. En Bolivia se dieron con las llamadas cruces “Tata Espíritu” que eran más modernas pero pintadas y con aplicaciones sobre relieve de los símbolos de la pasión de Cristo. En el Museo Devocional de Luján, Buenos Aires, hallaron otra de madera de Guayacán que casualmente en su leyenda descriptiva decía origen Santiago del Estero. Otras cruces de origen familiar también aparecieron en esta ciudad y con todo este material, Hugo pudo completar e imprimir otro trabajo de investigación que denominó: “Las Cruces Catequísticas de Santiago del Estero”, volumen XVIII, año 2008, primera edición y 2016 la segunda.

La Pasión de Cristo expresada gráficamente en la Cruz de Matará, se refleja también en la pasión de este matrimonio de investigadores que no escatimaron esfuerzos, meticulosidad y devoción para encontrar el sentimiento cristiano expresado en esta reliquia, el cual se manifiesta y perdura como una herencia a través de los siglos.

Como hijo orgulloso y agradecido por los conocimientos adquiridos junto a mis padres y los valores inculcados, escribo estas líneas para conmemorar el aniversario de tan importante hallazgo como lo fue la Cruz de Matará. Cruz que fue realizada por gente originaria de nuestro suelo santiagueño bajo la dirección de misioneros jesuitas y usada como recurso didáctico para transmitir la religión católica. Objetivo que indudablemente fue fuertemente arraigado y perdura hasta estos tiempos. l

 Fuente: El Liberal

 

 

 


Dalmiro Coronel Lugones describe al Río Dulce desde su nacimiento

Dalmiro Coronel Lugones describe al Río Dulce desde su nacimiento en las cumbres salteñas, su paso por Tucumán y su vida en nuestra provincia…. él presentía su partida.?

 


 "Mishqui Mayu, Mishqui Mayu, las voces quichuas lo llaman"

Dice Dalmiro Coronel Lugones en su Romance del Río Dulce. Esta obra del notable poeta bandeño se hizo popular en todo el país al ser cantada por Alfredo Ábalos, luego de que Juan Carlos Carabajal y Horacio Banegas transformaran en zamba unas partes de ella. También han grabado Romance del Río Dulce: Horacio Banegas, Alberto Leguizamón, Onofre Paz, Migui Cáceres y muchos otros intérpretes, a cual mejor.

El poema de Dalmiro Coronel Lugones describe al Río Dulce desde su nacimiento en las cumbres salteñas, su paso por Tucumán y su vida en nuestra provincia, donde recibe dulces sabores de miel y aloja, mientras su riqueza ictícola provoca malambos de garzas en los bañados causados por los desbordes.

Años antes, Eduardo Ávila había cimentado su fama de recitador apasionado, interpretando obras de Dalmiro Coronel Lugones junto a su cantar de chacareras, gatos, escondidos y zambas. “He de andar por otros rumbos, con ilusiones viajeras…” recita en Romance de la vuelta del santiagueño. “Destino del santiagueño: Vivir de sueños y ausencias.” Al leer sus versos, se percibe cómo Coronel Lugones estaba compenetrado con el ser y el sentir del pueblo santiagueño.

Dalmiro Coronel Lugones nació en La Banda el 20 de Julio de 1919. Contaba uno de sus hermanos que Dalmiro comenzó a escribir poesía cuando aún era niño. Ávido lector, iba creciendo culturalmente con el paso de los años. Inició una carrera universitaria, pero después prefirió dedicarse de lleno al arte, que era su pasión. Quienes han conocido de cerca a Dalmiro Coronel Lugones lo describen como un caballero elegante, gallardo y de trato amable, en el que se evidenciaba su riqueza cultural y su generosidad hacia quienes estaban comenzando en el arte. Ha sido una persona muy querida, tanto en nuestra provincia como en Buenos Aires y en los países adonde viajó por su actividad literaria, que logró gran trascendencia en vida del poeta bandeño. No sólo se dedicó a la poesía, sino también al estudio de la Historia santiagueña y argentina, hizo guiones cinematográficos, incursionó en el periodismo y en la política.  

“Cuando me lleve el destino por otras huellas un día. Cuando ansias de andar me alejen de mis tardes amarillas, iré cargando bagajes de tristezas escondidas y soledad de distancias hincadas en mis pupilas… ¡Ay! Cuando un sueño me aleje de mis tardes amarillas, me acompañarán los cantos tristones de las urpilas. Vidalas de ausencias largas, cantando mi despedida y soledad de quimiles hecha adiós en sus espinas. ¡Cómo he de extrañar entonces, calor de tierra y de vida! ¡Cómo he de sentir la ausencia de mis tardes amarillas, mientras los parches legüeros se alarguen de lejanías y los ñanarcas me atajen, presintiendo mi partida!” Romance de mis tardes amarillas muestra un profundo amor por Santiago del Estero, al que supo conocer como pocos.

¿Por qué Dalmiro Coronel Lugones hablaba de tardes amarillas? ¿Habrá sido por esas tardes en que polvaredas suspendidas en el aire o presagios de lluvia hacen que Inti (el Sol) otorgue un tono amarillento al atardecer? ¿O tal vez se refería a la abundancia de flores amarillas en las Primaveras santiagueñas? En este romance habla de espejos de represas donde las nubes se miran; cuando el Sol poniente ilumina esas puyus (nubes) suele tornarlas amarillas. En primavera abundan las sisas ckellus (flores amarillas), y en esta obra el poeta nombra tuscas floridas y jarillas. Pero es casi seguro que se habrá referido a los amarillos atardeceres, cuando el Sol mismo da idea de lejanía y golpea la nostalgia en la hora final del día.

Su amor por el terruño era su motivación para una fogosa apología permanente de la historia santiagueña, elogiando el valor de los próceres de nuestro pago y con una encendida defensa constante de los valores nacionales. Uno de sus poemas de inspiración histórica es Patricios Santiagueños: “Viene llegando a Santiago la patriota expedición. Ya se escuchan los clarines y el redoble del tambor” … “Son trescientos santiagueños, trescientos guerreros son; las espadas en las diestras, cara al viento y cara al Sol” … “Aquí aguardan los Patricios Santiagueños que alistó el bravo caudillo Borges, con heroica decisión.”

Supo conversar con la gente del pago, con el río, con los montes, con los campos. Conversó con los distintos ritmos nativos argentinos y escribió un poema para cada uno de ellos. En su poema Chacarera, le pregunta: “¿De dónde vienen tus sones, antigua voz de mi tierra? ¿De dónde traes tu hechizo de noches salamanqueras? ¿Junto a qué viejos fogones te improvisaron cuartetas? ¿En qué montes de Atamishqui te encontraron, chacarera? ¿Qué lunas de Salavina te incendian las polvaredas, cuando al son de tus mudanzas el arenal se despierta? ¿Qué salitrales y esteros vienen creciendo en la fiesta? ¿Qué salamancas te nombran en Loreto, chacarera?”

Cuenta el poeta Miguel Brevetta Rodríguez que en una carta del 20 de Septiembre de 1969, su amigo Dalmiro Coronel Lugones le anunciaba su partida, pero no se refería sólo a su partida hacia Buenos Aires, adonde extrañaría las santiagueñas tardes amarillas, sino que le hablaba de un fatídico presentimiento, como anunciando su partida definitiva. Exactamente dos años después, Santiago del Estero y el mundo de las letras sudamericanas fueron sacudidos por la trágica noticia: Dalmiro Coronel Lugones había sido asesinado en Buenos Aires. Seguramente las garzas del Mishqui Mayu habrán suspendido por un rato su malambo cazador para ver por qué los sauces llorones musitaban más tristes que de costumbre. Los atajacaminos habrán lamentado no haber podido atajar la partida.

Han pasado décadas desde aquel fatídico 20 de Septiembre de 1971. Dalmiro Coronel Lugones sigue vivo en las voces de recitadores que se conmueven con su obra poética, y cantores que interpretan las obras que fueran musicalizadas. Podemos encontrarlo también en sus libros Romancero del canto nativo y Tiempo de zamba y malambo.

Quedó una gran cantidad de obras inéditas del notable poeta Dalmiro Coronel Lugones. Un hermano y una sobrina han trabajado en el armado de un libro que contiene todo ese bagaje cultural.

 Respondiendo a su anhelo: “Eres himno de mi pueblo, río crecido en mis venas. Por eso quiero tus coplas humildes cuando me muera, hechas responso en tu canto, chacarera santiagueña.

Fuente: Alero Quichua.  Cristian Verduc


miércoles, 25 de diciembre de 2024

El derecho a la guitarreada

Se sugiere acompañar la lectura del texto con la Zamba para un bohemio guitarrero, de Marcelo Ferreyra y Carlos Carabajal.

 


En Santiago del Estero guitarrear es un derecho desde hace muchísimos años. Por ende, para los abogados que tienen el oficio de trabajar con las leyes, guitarrear no solo es un derecho sino también una obligación que deben reivindicar. Hace unos días se reunieron en un bar de la ciudad abogadas y abogados para cumplir con este ritual que ya tiene, indudablemente, fuerza de ley en esta comarca. El nombre de la autoconvocatoria fue El derecho a la guitarreada.

Es que es realmente así. El guitarrero santiagueño está en todas partes y a toda hora. Con dos o tres acordes puede hacer una sinfonía que inunde la casa o el patio. Al ritmo lo lleva como quien camina: un puñado de coplas para asombrar a los oyentes. Para el guitarrero el escenario es una cuestión menor, prefiere la ronda, esa comunión de voces circulares donde cada uno ha de esperar su turno para disfrutar la música entre charla, cuento o anécdota.

En la guitarreada no hay ensayo previo, todo transcurre sin premeditación, en el disfrute de la palabra cantada. El repertorio es un rumbo que ha de ir elaborándose con el fluir de la siesta, el crepúsculo o la noche. Cada momento sugiere, armoniza y propone. El vino puede ser la vertiente, un matecito cebado en silencio, quizás apenas el aire murmurando en las ventanas de los árboles.

La guitarreada puede ser una chacarera sin final o un momento de profunda intensidad que se desangra en un acorde, en una canción pulsada con sentimiento. El guitarrero por excelencia no se hace rogar: si le piden que cante, arremete. Hay guitarreros con sus apuntes, esos cancioneros anillados de antaño, manchados y ajados por algún fuego sorpresivo; y también los hay memoriosos que cantan hasta el amanecer sin ningún “machete”.

El guitarrero es un ser sin nombre, una entidad santiagueña que recibe la categoría de guitarrero, desde el día que así lo presentaron y quedó bautizado para siempre:

─Che, va venir este chango que es un gran guitarrero… ¿Y vos? ¿Qué sabes hacer?

El guitarrero aglutina, convoca, genera una dinámica distinta. Por momentos protagoniza y por momentos sabe desmarcarse en un silencio respetuoso.

─Cantate una que sepamos todos─, así murmuramos… todo un sentir melodioso.

Algunos profesores suelen decir en la facultad o la escuela “no me guitarrees”, como si el vuelo imaginativo del estudiante con poco estudio no tuviera ningún valor.

La guitarreada es el instante mágico del encuentro. Todos son imprescindibles en esos momentos en los que sobreviene el silencio que lo llama. El guitarrero puede esperar algún pedido para agarrar el envión, pero nada más. No especula.

En la guitarreada tararean todos. Algunos hacen sus pedidos y allí está la singular ceremonia impostergable y sorpresiva en su devenir. La guitarreada fluye y se va encaminando: el placer se desgrana en cada copla, en la prestancia de todos para escuchar y para cantar.

Coquito Cáceres fue uno de esos guitarreros notables de Santiago. Su picardía cuando entraba al desaparecido Rincón de los artistas es aún recordada. Antes de interpretar un clásico tango rememoraba la visita de Gardel por Santiago, haciendo constar que fruto de una relación que “El Zorzal” tuvo con una santiagueña había nacido él, dicho lo cual vociferaba: “de Lepera y mi papa interpretaré el tango Volver”.

El acto creativo de la norma reside, la mayoría de las veces, en la sociedad, en aquello que se llama costumbre. Un teórico del tema diría “el centro de gravedad de la norma está en lo social.” Luego vienen los legisladores rezagados que elucubran discusiones que muchas veces la sociedad ya superó.

El guitarrero, aquí, en Santiago, es una especie que abunda, por lo tanto, necesita una regulación urgente como distinguido sujeto de derecho. os legisladores santiagueños deberían trabajar en el proyecto de ley “Coquito Cáceres” para institucionalizar el derecho y la obligación de guitarrear. También se podría establecer el “Día del nacimiento del bohemio guitarrero”, para convertir la provincia en una guitarreada masiva y horizontal por plazas, veredas, parques y patios. Grandes rondas musicales sin escenarios y sin tiempo, para que vuelvan guitarreros inmortales a reverdecer con la siembra de nuevas rondas.

 Fuente: Pagina12

martes, 24 de diciembre de 2024

Leocadio del Carmen Torres, eterno Mansero

 Publicado en el Nuevo Diario

Memorias de un caminante. Escribe Juan Carlos Carabajal

 


Tuve el privilegio de ser su amigo y compartir hermosos momentos tanto en su casa de la calle Cochabamba de la Capital Federal como en peñas y festivales de cualquier lugar de la geografía argentina. Siempre con una sonrisa a flor de labios, siempre con el recuerdo gracioso como con la anécdota picaresca que guardaba en su memoria prodigiosa. Caballero, respetuoso y franco. “Un hombre de antes” según la calificación “saavedriana”.

Una larga carrera

Nacido el 14 de febrero de 1929 en Cara Pujio (Depto. Banda) “a los 4 años mis padres que eran finqueros me llevaron a San Andrés. Allí mi padre, Mauricio Lugones puso un boliche donde se jugaba a la taba, había carreras cuadreras y grandes tenidas de truco. A los 18 años me fui a trabajar a Vilmer y luego a Buenos Aires, sueño dorado de todos los provincianos”.

La primera incursión con la música fue integrando el conjunto de los Hermanos Ríos. Llegados a Santiago debutaron en la vieja emisora LV11 y luego en un baile en Las Cejas. De vuelta a B. Aires formó dúo con Valentín Campos y se vinieron a Termas de Río Hondo. Allí conoció al “Negro” Onofre Paz dando comienzo a otra etapa.

Con otros dos músicos actuaban en la emisora LV11 donde el director artístico don Alberto “Huesito” Pérez les sugirió que le pusieran un nombre al conjunto para poder cobrar más. Ahí nacieron “Los Manseros Santiagueños”.

La historia adquiere otro matiz cuando aparece en escena Carlos Carabajal quien les propone viajar a Córdoba. Les hicieron una peña de despedida y allí fueron los tres a enfrentar su propio destino. Instalados de nuevo en Buenos Aires siguieron buscando oportunidades.

El gran espaldarazo lo recibieron de parte de Santiago Ayala “El Chúcaro” que los llevó a Cosquín. En el gran escenario cantaron “Chacarera del chilalo” y “Huaico Hondo”.

La vida de Leocadio es tan caudalosa que supera con creces el espacio disponible en esta evocación. Digamos que su conexión con Onofre Paz perduró hasta que nuestro personaje sufrió un ACV y quedó inhabilitado para actuar, aunque con mucho esfuerzo integró Los Manseros Santiagueños de Leocadio del Carmen Torres.

Su vida es digna de ejemplo. Se casó con la choyana María Eugenia Gómez (la tía Mary) y tuvieron a Hugo que ha seguido la vocación de su padre conformando su propia carrera como solista.

Este cantor tan particular, este hombre sencillo y afable, amigo de los amigos, el forjador junto a Onofre Paz de un estilo que es imitado por muchos cantores populares,

El intérprete que se formó en las mesas del Rincón de los Artistas, el desaparecido reducto regenteado por don Pedro Evaristo Díaz, el autor y compositor que ha legado piezas imborrables como “De La Banda a Santiago”, “La penadora”, “La otumpeña” “Cueca de Río Hondo”, “No vas a creerme” por nombrar solo unas pocas composiciones que perdurarán en la memoria del pueblo.

“Charles Bronson de Atamisqui” como lo bautizara con gracia el inolvidable Hugo Díaz.

Se fue, pero lo recordaremos cada vez que escuchemos a Los Manseros y lo oigamos a él recitar la “Apología de la chacarera” o cualquier poema de su admirado Dalmiro Coronel Lugones.

De un día para otro se fue nuestro amigo. Ya lo estamos extrañando.

lunes, 23 de diciembre de 2024

Navidad en Santiago del Estero. Principio del S XX

 


El villancico musical fue cultivado por los compositores del siglo XV y XVI, encontrándolos en libros de cifras de los vihuelistas más reconocidos de la época.

Son cantados el 24 de diciembre.

El pesebre es la más bella representación litúrgica popular. Con el pesebre de navidad la sala cobraba inusitada animación. Las mozas celebraban reuniones preparatorias discutiendo detalles de la ceremonia del nacimiento. A las tardes se hace la novena, donde la dueña de casa reza el viaje de la sagrada familia.

Todo es movimiento y jovialidad en la casona de la estancia. Mientras alguien trabaja en el bastón de San José, el resto construye la choza donde nacerá Jesús.

El músico destacado del lugar ensaya cánticos sagrados acompañando con arpas, violín o guitarra. A la noche, canta el coro su arrepentimiento.

“Me pesa Señor

De haberos ofendido”

La choza del pesebre ya está lista, preparada las figuras de papel, estrellas, cometas; losa melones y sandias para aromar el ambiente.

A la mañana siguiente todos son preparativos: los cirios en gajos de Ulúa y Cardón, los mozos y las criadas se dedican a la comida.

Al caer la tarde llega la gente, todo está preparado y prolijo. El arpista marca el comienzo con su música y comienza el baile.

Más tarde los estruendos son arrojados a los pies de los bailarines.

El segundo canto del gallo anuncia la hora solemne, callo la música y el baile. La madrina levanta al niño con su pañuelo, lo muestra a todos para adorarlo. Se elevan los cánticos del coro de niños.

Continúa el baile y termina la fiesta rogando a Jesús por todos los que asistieron al nacimiento.

* El folclore de Santiago del estero - Orestes Di Lullo

domingo, 22 de diciembre de 2024

"Pucho Salvatierra", "Marqués" de cantarrana

Por Roberto Vozza / publicado por Patio Santiagueño II

 


 Fue un personaje que mezcló su aire aristocrático con lo popular. Protagonista de cientos de anécdotas muy originales y graciosas donde lo grotesco tenía ese aire especial culturoso que provenía de su origen familiar.

El mismo se autocaratuló como el "Marques de Cantarranas" por cuanto nació y vivió siempre en su casa paterna de la calle San Martín, en la vecindad del club de sus amores: Central Córdoba: el club que nació en el primitivo nombre de "Cantarranas" y que tuvo su personalidad y definición vecinal. Pucho fue siempre soltero. Se desempeñó como celador en la Escuela de Agricultura y Ganadería de la Unse, en El Zanjón, donde ejerció una suerte de paternidad para con los muchachos que se alojaban allí por los estudios. Me contó precisamente un ex - alumno que ejercía cierto rigor en la atención de ellos durante los días de semana. Los controlaba, pero también les daba sus momentos de esparcimiento. Los viernes al atardecer, cuando volvía a su casa "Pucho" comenzaba con la ronda de libaciones que perduraban hasta el domingo. Mientras mostró su inclinación por la bebida " tomemos una cerveza para estimular el jugo gástrico", decía, sus ocasiones acompañantes lo disfrutaban hasta que el alcohol mostraba sus huellas profundas y lo dejaban abandonado en la calle a su buena suerte. Con el paso de los años, se alejó del vicio y perdió buena parte de sus finas ocurrencias que lo convirtieron en personaje. En Central Córdoba, al pie de la tribuna popular y asumiendo poses doctorales, arengaba a la hinchada que le tenía un enorme respeto. Después del partido, se organizaba con parte de esa concurrencia local para entregarse a la distracción en algún boliche.

Luis Ambrosio Salvatierra fue su nombre. Escribir sus anécdotas ameritaría una suerte de libro. Tuvo muchos amigos que concurrían al igual que él al Jockey Club o al Centro de Viajantes. Cuando entró en años resultó de estos una suerte de protegido. Renegó siempre con la cultura del populacho. Y lo manifestaba diciéndoles "negros"!, pero nunca le perdieron el respeto ni causaba enojos. Fue un símbolo. Cerca de cumplir 90 años tuvo un accidente callejero que le costó la fractura de cadera. Estuvo internado bajo celosos cuidados de esos amigos que tanto lo querían, Cuando llegó el momento de retirarse de la clínica y continuar el proceso de rehabilitación en su hogar, le advirtieron que debía internarse en un geriátrico a lo que él enfáticamente dijo... "pero medio pupilo ehhh?". En ese lapso sufrió una descompensación que lo llevó a la muerte. "Pucho" dejó su sello. Inolvidable.

Fotos de Marcelo Augusto Argañaraz,

 

EL MARCAS DE CANTARRANAS:

 

Adobadito el niño
viene orillando por la ciudad
con su pasito al trote
viene buscando con quien tomar
y por la esquina de sus amores
pasan las barras para Central
y te vuelves para el oeste
allá¡ la fiesta va a comenzar.
 

Marques de Canta Rana
la barra brava te saluda
jueguen, jueguen mis negros
se viene abajo la popular.
Y en la estirpe de tu figura
macha segura vas a encontrar
y al piropo de tu ironía
va la alegría para ganar.

Don Luis Ambrosio gritan de allá

cállese negro que estoy acá
canten todos siga la fiesta
jueguen muchachos viva Central.

 

Por el Zanjón lo han visto
sembrando rosas al rosedal
nada más que un domingo
cuando las palmas hay que golpear
no me apuren no sirvan mucho

se escucha a Pucho decir nomas
al vinito por más mansito
cuando lo apuras te va a machar.

 

En la platea se siente
cuando entra el duende para alentar
bailen, bailen mis negros
flores y aromas quiero ofrendar
a la hinchada la más sufrida
la más querida les digo ya
griten mucho que los escucho
que viva Pucho y viva Central.

 

Miguel Brevetta Rodríguez

 

 

 


viernes, 20 de diciembre de 2024

Carlos Leguizamón, una voz privilegiada del folclore santiagueño

 


Santiago del Estero sigue siendo rica en parir artistas que le dieron esa honorabilidad de ser considerada la Cuna del Folclore Argentino. Carlos Leguizamón fue uno de ellos.

Él, como muchos, le dieron a nuestra provincia ese privilegio de ser fuente inagotable de compositores e intérpretes de nuestra música ancestral, logrando fundar un movimiento que no conoce de concesiones y goza de autenticidad.

Carlos Leguizamón nació en La Banda, un 4 de enero de 1945. Cuenta su familia, que desde niño una guitarra fabricada por el mismo con un palo de escoba, lo acompañaba siempre en sus momentos de juego.

Debajo de un frondoso algarrobo en el patio de su casa, en el barrio Villa Juana, se sentaba a las siestas a escuchar el canto de los pájaros y los coyuyos imitando con su “guitarra” una música que era la de su corazón.

Ya adolescente, “El Chivo”, logró que sus padres le compraran una guitarra, y fue su compañera inseparable por las calles del barrio y en juntadas de amigos. Y así comenzó a ganar maduración en el arte del instrumento.

Con el gran aporte de dos viejos guitarreros del barrio, Fidencio Coria y otro de apellido “Orellana”, “cantor de zurdos ideales” solía comentar, fueron los encargados de iniciarlo profesionalmente al futuro cantor santiagueño.

De a poco la música fue tallando su espíritu y su corazón, la radio único medio por aquel entonces, fue su compañía muchas veces, allí tuvo la oportunidad de escuchar a los cantores de la época.

Su sueño de convertirse en cantor no lo abandonó nunca. Cuando ya estaba finalizando la década del cincuenta junto a tres amigos del barrio formaron una agrupación que la denominaron “Los Cantores de Villa Juana”, en homenaje al barrio donde todos habían nacido. Junto a esta agrupación lograron proyectarse en toda la ciudad de La Banda, actuando en peñas y bailes de la época.

Profesionalmente se inicia como cantor integrando la agrupación “Los Jilgueros del Norte”, junto a Mario Montes, Julián Vildozola, “Mocho” Juárez, comienza su carrera de cantor y en al año 1963 viajan a la Capital Federal para unas erie de presentaciones en radios, peñas y logran una actuación en el programa de la televisión nacional “Sábados Circulares de Pipo Mancera”.

Ya instalados en Buenos Aires, y luego de un corto período, deciden finalizar con el proyecto “Los Jilgueros del Norte”.

Cada uno siguió por su lado y “El Chivo” empezó a pulular los reductos llenos de santiagueños en aquella época. Allí se encontró una noche con su amigo Agustín Carabajal, gran músico y compositor que venía de separarse de “Los Cantores de Salavina”, fue el quien lo presentó a Onofre Paz, Leocadio Torres y Carlos Carabajal para unirse a Los Manseros Santiagueños.

Y a partir de allí su vida artística tomó su gran rumbo. Con Los Manseros Santiagueños, Carlos Leguizamón enriquece su arte de cantor, con ellos recorrió el país festivalero actuando en Jesús María, Cosquín y La Chaya.

De Los Manseros se alejó en el año 1968, comenzando su carrera de solista, grabando discos simples, dobles y un LP en el sello Diapasón que son el testimonio invalorable de este cantor popular nacido en La Banda, una voz criolla que preconizo el mensaje innato de la tierra que acunaron sus primeros años. Sus actuaciones fueron innumerables en todos los festivales de la provincia. Fue una de las figuras centrales en el Primer Festival de La Chacarera en el año 1971 en el Club Sarmiento de La Banda.

Además, consolidó su carrera de autor y compositor componiendo innumerables creaciones en unión autoral con el poeta Marcelo “Cola” Ferreyra muchas inéditas hasta hoy, y también compuso con Mario A. Quiroga.

Se había radicado en el sur de la provincia de Córdoba sus últimos años de vida. Pero siempre regresaba a su pueblo natal, La Banda.

Carlos Leguizamón, “El Chivo”, fue una gran personalidad interpretativa del folclore santiagueño. Su registro vocal le concedió innumerables aplausos en todos los lugares del país que visito, esos aplausos le concedieron un lugar de privilegio que sólo consiguen aquellos hombres que sintieron nuestros valores telúricos transformándolos en positivos alcances espirituales.

Murió el 10 de diciembre de 2010 en la ciudad de Córdoba. Fuente: labandadiario.com


San Esteban: Ritos de la vegetación

 

Foto: Retratando Silipica (facebook)

A base de la abundante documentación que nos ofrecen las investigaciones etnológicas modernas, podemos aventurar algunos pasos en los secretos del alma olvidada de esta extraña fiesta.

 Ante todo, es evidente su carácter agrícola, o mejor dicho, el sentido de la fiesta correspondiente a un primitivo culto del espíritu de la vegetación, que subyace en el fondo de su movido aparato actual.

Bastaría por de pronto tener en cuenta su precisa incidencia cronológica: a fines de diciembre, al entrar el verano. Es época de recolección de los más importantes frutos silvestres de la región y de la cosecha de algunas especies cultivadas.

 Y ahí tenemos los "Arcos", la facticia avenida de árboles jóvenes de tallos desbastados, y apareados por las copas. ¿Cómo dudar de que nos encontramos en presencia de una representación del "bosque sagrado”, o del "árbol sagrado" o de los "arboles-mayos", que descubrimos en todos los cultos agrícolas del mundo?

Y del "arco" que forma cada pareja de árboles unidos por las copas, penden las "ichas", mágico fruto que rubrica simbólicamente la índole del emparejamiento y fertilidad de la conjunción. Pero tales "ichas" han sido fabricadas de más comestible y tienen a menudo, acaso siempre, forma de "rosca", o sea de corona; o de muñecos humanos o animales. El lugar donde aparecen colgadas, las formas que se les confieren y el destino final a que están sujetas, dicen claramente de su carácter de "panes consagrados", en los que esta corporizado el espíritu del árbol o de la vegetación.

 Los "arcos " seria, pues, el símbolo o -representación- de las sagradas nupcias del dios y de la diosa, o el rey y la reina del bosque o de la naturaleza, y las "ichas" el fruto bendito de la mágica heterogamia.

La procesión de alféreces y promesantes por la alegórica avenida, que inicia la ceremonia, subraya sin duda el sentido de propiciación de la fertilidad que encierra esta primera parte.

 Tras algunas ceremonias que consistían sin duda en danzas o carreras en torno al árbol, o en desfiles por debajo del arco, acaso acompañados de canciones u oraciones, uno de los indios o varios señalados para el efecto, o todos, se encaramaban al "árbol" o el "arco" para descolgar los frutos o panecillos pendientes en la parte más alta, los cuales eran luego compartidos por todos en una comida general.

Bernardo Canal Feijoo

 

 


jueves, 19 de diciembre de 2024

"La Misa Santiagueña, sus orígenes".

 


Relata Juan Carlos Carabajal: "en julio de 1988, el entonces obispo de Santiago del estero, Manuel Girao, le pidió al arquitecto Arturo Mansilla, que se cante "la misa criolla" para despedir la imagen de la virgen de Sumampa que visitaba nuestra ciudad en su 435° aniversario.

Mansilla se reunió conmigo y surgió la idea de escribir una "Misa Santiagueña", basada en ritmos clásicos santiagueños.

En meticulosa tarea, seleccionó a: Los Sin Nombre, Orlando Gerez, Elpidio Herrera, Néstor Garnica, Horacio Banegas, orígenes y yo.

Luego surgió la idea de dar vida a "La Navidad Sachera”

Tras agotadoras sesiones que comenzaban a la mañana y terminaban al anochecer y así, nacieron: "El Credo", "El Santo", "El Gloria", "El Buen Anuncio a María" y "Vienen los Pastores".

El grupo se recluyó varios días en la finca del DR. JOSÉ "BOCHI" BARRAZA en El Zanjón.

Con el aporte de distintas personas e instituciones, se grabó en Rosario y, se la estrenó en el Teatro del Círculo".

"Navidad sachera"(JCC- CC): "En la soledad del monte/ en pobres ranchos sin luz, / esperamos los paisanos/ que nazca el niño Jesús. // Haremos nuestro pesebre/ a un costado del corral, /iluminando con tucus / la noche de Navidad. //Un manso burro escuelero/ y el cabrero cuidará/ el catrecito de tiento, / donde el niño dormirá.// Anunitay, el changuito,/ pareciera sonreír, / pidamos a Tata Yaya/ que no lo deje sufrir.// Haremos con sisaquellus/ la coronita del Rey/ y con aromas de docka/ perfumaremos sus pies.// Quesillo y miel de palo,/ chañar, mistol y patay,/ un poncho y un pelloncito,/ que más le podemos dar.//Con violín, caja y guitarra,/ nos pondremos a cantar, / para no sentirnos tan pobres/ la noche de Navidad ".

 

 OMAR SAPO ESTANCIERO

miércoles, 18 de diciembre de 2024

"La pucha con Cuti"

 


Relata CUTI CARABAJAL: " Yo vivía en Almagro, Buenos Aires y un día vino a visitarme PABLO RAÚL TRULLENQUE, trayéndome unas letras. Yo estaba tocando un escondido que le llamó la atención y me preguntó: -"¿De quién es eso?" - "Mío- le dije- "¿Tiene letra?", - "No"- le contesté- "Pásame la grabación que yo la hago...!", y se la di.

Yo en ese entonces estaba con LOS MANSEROS SANTIAGUEÑOS.

Un día, ensayando en la casa de ONOFRE PAZ, cuando vivía en Balvanera, nos comenta que había recibido una llamada de SONY para que grabáramos. Acordamos presentar temas de autoría de cada integrante, y yo, tenía una y el otro tema era el escondido que PABLO escribiría.

Ya estábamos grabando y de la letra de PABLO, ni noticia.

"¿Y CUTI?" me dice ONOFRE, - "Y no llega..." le digo, -" Hacela vos nomás que mierda...!" Y así nació "Monedas en el alma". La escucharon y les gustó.

Luego de 2 meses, salió el LP y justo vino TRULLENQUE y me dice: "Mirá lo que te escribí!!!" Agaché la cabeza de vergüenza y al último, le dije la verdad y me contesta: "¿Qué te haces el NERUDA ahora? ¡Ésta es la letra!!" y yo la recitó. Le di las gracias y luego compuse con la misma melodía: "La pucha con el hombre ".

"MONEDAS EN EL ALMA"(CUTI CARABAJAL): "Cuando salí con mi guitarra a caminar/ buscaba el sol para alumbrar mi oscuridad, / lleno de sueños por mi noche caminé/yo era una sombra y en la sombra pude ver. // Cosas que trajo el viento/ dolores y lamentos, / partida y larga ausencia/ de aquel adiós. // Penitas en la huella/ que fue tapando el viento, lágrimas en los ojos por amor /Heridas y tristezas, camino con espinas, /. monedas en el alma solo encontré. // Cuando salí con mi guitarra a caminar, / otro camino, otro sendero, otro vivir. / Aquel pasaje de ida y vuelta se quedó/ con la esperanza, con mi sueño de cantor // Y. hoy soy una ave ausente/ que vuela por la vida/ surcando la distancia/ quemando el sol.// Cajita de recuerdos/ de seis cuerdas sonoras/ la que endulza las horas de mi dolor.// Heridas y tristezas/ camino con espinas/ monedas en el alma solo encontré".

En una entrevista de la periodista SILVIA MAJUL a TRULLENQUE, éste dijo: "Para mí el hombre es lo más importante, aun cuando la naturaleza modifica al hombre y el hombre modifica la naturaleza, más importante es el hombre. Porque no serviría de nada la naturaleza sin el hombre inserto ahí, porque no tendría quien admirara eso, aun cuando el hombre le hizo daño a la naturaleza. Es algo así como un sentido suicida al contaminar los bosques, el agua el hombre a la tierra".

(Tomado de "Entre a mi pago sin golpear" La identidad santiagueña en algunas canciones de TRULLENQUE de SILVIA MAJUL y CARLOS JUÁREZ ALDAZÁBAL, Tercer Premio de la Fundación Cultural Santiago del Estero).

"LA PUCHA CON EL HOMBRE" (TRULLENQUE - CARABAJAL): "El hombre nace y muere sin vivir/camina desde el niño al viejo sin gozar/ eso que él mismo llama felicidad, /y si la tiene aquí, la va a buscar allá .// Tropieza tantas veces en una misma piedra, / fruto es, que llega a pasar sin madurar.// Si tiene, tira o quiere tener mucho más./ Es un misterio y es de la vida la sal.// Tiene alma de guitarra, encordada de estrellas/ y es una falta envido su corazón // Solo se diferencia del reino animal/ porque es el hombre el único capaz de odiar,/ pero mientras el hombre se asombre, llore o ría, / será la fantasía. que Dios creó. // Es una lágrima de niño y de crespín/ es monte denso, copla, vida y manantial, / y es muy capaz de dar la vida o de matar, / es luz y sombra, tierra arada y el arenal. pucha con el hombre/ quiere ser tantas cosas/ y nunca es más/ que cuando tan solo es él. // Es un camino que anda solo bajo el sol, / sendero trajinado por sueños de amor, / es un viejo leguero garroteado de chango / con son de vino triste y de carnaval ".

DEL LIBRO INÉDITO "HISTORIA DEL CANCIONERO FOLCLÓRICO SANTIAGUEÑO" DE OMAR SAPO ESTANCIERO