domingo, 22 de diciembre de 2024

"Pucho Salvatierra", "Marqués" de cantarrana

Por Roberto Vozza / publicado por Patio Santiagueño II

 


 Fue un personaje que mezcló su aire aristocrático con lo popular. Protagonista de cientos de anécdotas muy originales y graciosas donde lo grotesco tenía ese aire especial culturoso que provenía de su origen familiar.

El mismo se autocaratuló como el "Marques de Cantarranas" por cuanto nació y vivió siempre en su casa paterna de la calle San Martín, en la vecindad del club de sus amores: Central Córdoba: el club que nació en el primitivo nombre de "Cantarranas" y que tuvo su personalidad y definición vecinal. Pucho fue siempre soltero. Se desempeñó como celador en la Escuela de Agricultura y Ganadería de la Unse, en El Zanjón, donde ejerció una suerte de paternidad para con los muchachos que se alojaban allí por los estudios. Me contó precisamente un ex - alumno que ejercía cierto rigor en la atención de ellos durante los días de semana. Los controlaba, pero también les daba sus momentos de esparcimiento. Los viernes al atardecer, cuando volvía a su casa "Pucho" comenzaba con la ronda de libaciones que perduraban hasta el domingo. Mientras mostró su inclinación por la bebida " tomemos una cerveza para estimular el jugo gástrico", decía, sus ocasiones acompañantes lo disfrutaban hasta que el alcohol mostraba sus huellas profundas y lo dejaban abandonado en la calle a su buena suerte. Con el paso de los años, se alejó del vicio y perdió buena parte de sus finas ocurrencias que lo convirtieron en personaje. En Central Córdoba, al pie de la tribuna popular y asumiendo poses doctorales, arengaba a la hinchada que le tenía un enorme respeto. Después del partido, se organizaba con parte de esa concurrencia local para entregarse a la distracción en algún boliche.

Luis Ambrosio Salvatierra fue su nombre. Escribir sus anécdotas ameritaría una suerte de libro. Tuvo muchos amigos que concurrían al igual que él al Jockey Club o al Centro de Viajantes. Cuando entró en años resultó de estos una suerte de protegido. Renegó siempre con la cultura del populacho. Y lo manifestaba diciéndoles "negros"!, pero nunca le perdieron el respeto ni causaba enojos. Fue un símbolo. Cerca de cumplir 90 años tuvo un accidente callejero que le costó la fractura de cadera. Estuvo internado bajo celosos cuidados de esos amigos que tanto lo querían, Cuando llegó el momento de retirarse de la clínica y continuar el proceso de rehabilitación en su hogar, le advirtieron que debía internarse en un geriátrico a lo que él enfáticamente dijo... "pero medio pupilo ehhh?". En ese lapso sufrió una descompensación que lo llevó a la muerte. "Pucho" dejó su sello. Inolvidable.

Fotos de Marcelo Augusto Argañaraz,

 

EL MARCAS DE CANTARRANAS:

 

Adobadito el niño
viene orillando por la ciudad
con su pasito al trote
viene buscando con quien tomar
y por la esquina de sus amores
pasan las barras para Central
y te vuelves para el oeste
allá¡ la fiesta va a comenzar.
 

Marques de Canta Rana
la barra brava te saluda
jueguen, jueguen mis negros
se viene abajo la popular.
Y en la estirpe de tu figura
macha segura vas a encontrar
y al piropo de tu ironía
va la alegría para ganar.

Don Luis Ambrosio gritan de allá

cállese negro que estoy acá
canten todos siga la fiesta
jueguen muchachos viva Central.

 

Por el Zanjón lo han visto
sembrando rosas al rosedal
nada más que un domingo
cuando las palmas hay que golpear
no me apuren no sirvan mucho

se escucha a Pucho decir nomas
al vinito por más mansito
cuando lo apuras te va a machar.

 

En la platea se siente
cuando entra el duende para alentar
bailen, bailen mis negros
flores y aromas quiero ofrendar
a la hinchada la más sufrida
la más querida les digo ya
griten mucho que los escucho
que viva Pucho y viva Central.

 

Miguel Brevetta Rodríguez

 

 

 


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