Fue un personaje popular nacido en Simbolar, Departamento Banda que se llamaba MELCHOR BANEGAS.
Era, al decir de quienes lo trataron, un hombre menudo de
condición muy humilde, respetuoso en el trato y muy querido y apreciado por la
gente de La Banda y sus confines.
Vestía de poncho, chiripa y calzaba como algunos paisanos de
esa época: ojotas y concurría diariamente a la casa de Don Luis Julio Ordóñez,
a punto de ser considerado como de la familia. Aseguran algunos que, tanto en
verano como en invierno, créase o no, se bañaba diariamente en el ya
desaparecido "Canalito de La Banda".
Cuenta Don Luis, que muchas veces esta vieja arteria de riego
estaba seca por diferentes motivos, Tata Melcho le pidió permiso al dueño de
casa para bañarse.
Era muy aficionado a concurrir a cuanto velorio se llevaba a
cabo en esa época, ya sea de parientes, conocidos o no. Llegaba al velatorio
con cara de circunstancias; a poco de estar ya alternaba con los amigos o
simples conocidos y lo hacía con todo apego y seriedad y como no tenía nada que
hacer, se pasaba las horas en el velorio, amaneciendo con los que iban quedando
y en muchos casos: solo, con la compañía del difunto.
Tenía su rancho en la
finca del escribano Lauro Yoles.
Como ocurre siempre con estos personajes de leyenda, gustaba
beber su buen vino y disfrutaba como nadie, el sabor de breves y esparcidos tragos,
pero, manteniendo siempre la moderación alcohólica. No era de los que se
emborrachaban pues en el fondo era un hombre respetuoso y nada confianzudo.
Con el correr de los años, se fue popularizando su figura
inconfundible. Tanto fue así, que Los Hermanos Morales, conocidos folcloristas
santiagueños, le compusieron una chacarera que comienza así: "Tata Melcho
soy señor/ de los pagos del mistol/ de los tiempos de Taboada de 1822/ Tata
Melcho soy señor. / Ahijunita tiempos guapos / de mi linda juventud/ hoy ya no
me queda nada/ soy una sombra de ayer Tata Melcho soy señor / Rezador de
corazón/ porque Dios me lo otorgó/ con mi consuelo aliviaba/ muchas penas y
dolor. // Así es mi dolor/ nunca he de olvidar/ para que penar/ este gran
dolor/ este Tata Melcho soy señor. // De un velorio a otro velorio/sabía las
noches pasar/ que mañana tempranito/ como el chumuco nadar/Tata Melcho. soy
señor /llevan polvos mis ushutas/del inmenso salitral/soy el hombre de la
huella/soy tropero de verdad/ soy señor // Solo les pido al partir/ al partir
pal campo santo/ que me canten alabanzas/ con. el bombo y el violín Tata Melcho
soy señor de Alberto Morales, que alcanzó gran popularidad cuando la grabó
Eduardo Ávila.
El fallecimiento de este viejo casi centenario, fue una
noticia lugareña muy largamente contada.
"Por todo esto y porque quiero que la historia popular
lo recuerde, hago esta pequeña e intrascendente biografía. Además, dos motivos
fundamentales me obligan: primero, perpetuar un apelativo santiagueño y segundo
señalar por qué adopté el pseudónimo de "TATA MELCHO" para firmar mis
composiciones literarias. Un pseudónimo muy apropiado para mis temas de
carácter popular ". JUAN FRANCISCO BIANCHI alias "Tata Melcho"
ARCHIVO GRÁFICO DE OMAR SAPO ESTANCIERO
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