En el verano de 1935, causó conmoción en Santiago del Estero el fusilamiento del cabo Luis Leónidas Paz. Había ultimado a balazos al mayor Carlos Sabella, y el Consejo de Guerra lo condenó a muerte, suscitando una descomunal protesta popular en las calles.
El mayor Sabella había dispuesto el arresto por 15 días del cabo Paz por un hecho insignificante. Paz tenía 28 años. Era santiagueño y muy popular entre la gente, por su actuación como jugador de fútbol en el Atlético Santiago. El arresto que le imponía Sabella dañaba su carrera. Lo iba a postergar en el ascenso, y justo cuando tenía pensado casarse con su novia Zoila Ledesma, que era oriunda de La Banda. Con tres intentos de solicitar la revisión de la sanción ignorados con aspereza por Sabella; Paz, se descontroló y descargó seis tiros en el cuerpo del mayor Sabella; fue detenido y se constituyó un Consejo de Guerra Especial que lo condenó a muerte.
A las dos y cinco minutos de la tarde del 9 de enero de 1935, el cabo Luis Leonidas Paz fue fusilado por un pelotón de ocho soldados en el patio de maniobras del regimiento. Correspondió al sargento Medina dispararle en la cabeza el tiro de gracia.
Toda esto lo vivió en primera persona don Juan Coronel, un santiagueño dueño de una historia riquísima: ""Todo Santiago salio en defensa del cabo Paz. Si en esa época hubieran existido los medios de comunicación de ahora al cabo no lo fusilaban. Fue tremendo lo que se vivió en Santiago; fue una verdadera revuelta donde una multitud enfurecida recorrió las calles destrozando vidrieras; apedreando el local del diario El Liberal, la sede del Obispado, de la Casa Radical, entre otros desmanes que la Policía logró controlar no sin gran esfuerzo".
Indagando uno se encuentra con santiagueños que tienen algo o mucho que contar. Tratando de reconstruir parte de la vida del padre Beratz hable hace un par de años con don Juan Coronel, intimo amigo del sacerdote. Noemi que trabaja en la parroquia San Roque, que fue el nexo con don Juan, a la postre muy amigo de mi padre, me envió unas fotos de el tomando sol en las plazoletas cercanas a la iglesia. Este hombre debe saber algo del barrio antiguo. Lo llame a su casa y hablamos largo y tendido, ya llegara la cuenta de telefónica pero sarna con gusto no pica.
Don Juan, que anda por los 90, me conto que ayudo a construir la parroquia San Roque desde los cimientos, junto al cura "Gringo", el padre Beratz. "En ese lugar-rememora- estaban los galpones del aeropuerto, esto era Cachipampa. Yo naci a dos cuadras del amueblado "El Japones", después me trajeron para estos lugares". Me dice que se jubiló en la Marcedes Benz de los Figueroa.
Mi curiosidad me lleva a preguntarle de aquellos muchachos de. los pañuelos negros y blancos de los bailes de Pacara. "Anduve entreverados con ellos; eran bravos esos bailes. También estaba el de mi padre, El Mejor, en Perú y Constitución, eran lugares de hacha y tiza. No faltaban los puñales y los tiros".
Supo jugar en las divisiones inferiores de Comercio y se maravilló viendo a "Mata Pollo" Castillo y a los hermanos Joshela y Mario Sandez. "Vi jugar también a "Pepe" Montero-nos dice- en la vieja cancha que estaba en la caballería del Regimiento. Antes era muy salidor, ahora no me dejan, dicen que por ahí salgo y no vuelvo...tengo arritmia".
Don Juan Coronel, un pedazo de la historia de Santiago.
Fuente: Patio Santiagueño II
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